SMART CONTRACTS: El futuro de nuestro mercado

SMART CONTRACTS: El futuro de nuestro mercado

 

El autor nos introduce en el futuro inmediato y nos anticipa una propuesta muy seductora: «Imaginen que cada vez que se firmase un contrato supieran que su cumplimiento va a producirse con total seguridad, pues esto es lo que sucede con los smart contracts, generando así mayor confianza a las partes.»

 

El Derecho, desde su nacimiento como medio para regular el comportamiento de la sociedad y resolver todo tipo de conflictos, ha sufrido importantes modificaciones a lo largo de la historia. Estos cambios se han producido como consecuencia de la evolución de la sociedad y del desarrollo científico y tecnológico fundamentalmente.

 

Desde la aparición de la tecnología, el mundo jurídico ha tenido que adaptarse para garantizar la seguridad jurídica y evitar los problemas que se derivan de la digitalización de la sociedad. Sin embargo, lo que también es evidente es que la tecnología se ha convertido, por otro lado, en uno de los grandes aliados de la justicia.

 

Una de las últimas aportaciones llega de la mano de la tecnología blockchain, que ha permitido el desarrollo de un nuevo modelo de contratación conocido como smart contract. Se trata de contratos elaborados mediante algoritmos que permiten una ejecución automática al verificarse el cumplimiento de una serie de condiciones.

 

Concepto de smart contract

 

El concepto de smart contract puede ser complejo y llevar en ocasiones a confusión, sin embargo, lo que sí se proyecta de forma clara y ajena a toda discusión es que se trata de contratos electrónicos y autoejecutables. En definitiva, consiste en un sistema informático mediante el que se programan una serie de respuestas que se llevan a cabo automáticamente al darse determinadas eventualidades. Por lo tanto, podrá calificarse de smart contract todo aquel acuerdo en el que la realización de uno o varios sucesos, ya sea en su totalidad o en parte de su clausulado, lleva a la ejecución automática de las acciones programadas.

 

Para que la ejecución automática pueda producirse, se programa un pago sujeto al cumplimiento de una condición, algo que generalmente se lleva a cabo a través de la tecnología blockchain y las criptomonedas, aunque podrían desarrollarse otro tipo de sistemas. Esto significa que los smart contracts no han de ser entendidos exclusivamente como una de las posibles aplicaciones de la tecnología blockchain, sino que, aunque se encuentren estrechamente ligados, podrían existir de forma independiente. No obstante, a efectos prácticos, blockchain y smart contracts irán de la mano, ya que es esta la tecnología que podría usarse por el momento para automatizar acuerdos entre las partes.

 

En ocasiones, se ha tratado de diferenciar entre weak smart contracts y strong smart contracts en función de la capacidad de modificar los acuerdos y de el margen de interpretación judicial que poseen.

 

Hablaríamos de strong smart contracts cuando su revocación o modificación sería extremadamente compleja y costosa, mientras que los weak smart contracts serían aquellos fácilmente modificables incluso después de su ejecución.

 

Si se toma una definición totalmente rígida, no se considerará smart contract a aquel acuerdo que pueda ser objeto de interpretación judicial o a cuyo cumplimiento se puede obligar judicialmente. Sin embargo, hoy en día no sería práctico adoptar una definición tan estricta y es por ello por lo que se lleva a cabo esta diferenciación que incluye a los weak smart contracts.

 

Funcionamiento de los smart contracts

 

Los smart contracts son elaborados mediante lenguaje de programación, creando una cadena de sucesos que desemboca en un resultado concreto. Consisten en una serie de condiciones que se traducen a lenguaje informático y se introducen en un software encargado de ejecutarlas.

 

Por lo tanto, para que la ejecución del smart contract se lleve a cabo es necesario que se produzca un hecho concreto. Esto se le “notificará” al contrato programado para que en ese momento se efectúe la respuesta oportuna de forma automática. Para que los smart contracts puedan recibir esta información será necesaria la conexión a fuentes externas que reciben el nombre de oráculos, capaces de detectar cuándo se produce el factor que origina la ejecución del contrato.

 

Actualmente, la plataforma Ethereum es la más avanzada en materia de smart contracts. Este software usa la tecnología blockchain y permite que los usuarios programen sus propios acuerdos. Para ello, se emplea el lenguaje de programación Solidity y, una vez se crea el programa, este es enviado a un nodo que utiliza lo que se conoce como protocolo gosht (Greedy Heaviest Observed Subtree) para recibir toda la información necesaria a la hora de ejecutar las acciones previstas.

 

No obstante, es importante ser conscientes de que los smart contracts se encuentran actualmente en las primeras fases de desarrollo y se prevé, por tanto, que los métodos de funcionamiento de los mismos varíen próximamente y avancen conforme lo haga la tecnología empleada para su desarrollo. De esta forma, aunque en la actualidad es Ethereum, sin duda, la plataforma más potente, es posible que en un futuro esto cambie.

 

En cualquier caso, si bien puede cambiar la tecnología utilizada, no cambiará el esquema de funcionamiento de estos contratos que, en resumen, lo que hacen es programar una serie de sucesos que al producirse generan automáticamente una respuesta concreta.

 

Velocidad y seguridad de las operaciones

 

La principal ventaja que aportan los smart contracts es, sin duda, la velocidad y las garantías que proporciona a la hora de la ejecución. El proceso que ha de seguir un contrato inteligente para su ejecución mediante la tecnología blockchain puede parecer excesivamente complejo, no obstante, la realidad es que en pocos minutos puede completarse una transacción y ser debidamente validada. Por lo tanto, este modelo de contratación aportaría gran dinamismo al mercado.

 

Además, no solo es rápido una vez se produce, sino que también evita grandes problemas de la contratación tradicional como la mora, el impago o las ejecuciones incompletas. Imaginen que cada vez que se firmase un contrato supieran que su cumplimiento va a producirse con total seguridad, pues esto es lo que sucede con los smart contracts, generando así mayor confianza a las partes.

 

Perspectivas de futuro

 

Los smart contracts son una de las grandes aportaciones que nos ha ofrecido la tecnología en los últimos años. Su novedosa aparición hace que su estudio se haga extremadamente complejo, pues muchas de las cuestiones que se tratan dependerán en gran parte de su evolución a corto y medio plazo, difícil de prever por el momento.

 

En cualquier caso, lo que es evidente es que la aparición de este tipo de contratos, capaces de ejecutarse de forma automática, revolucionará el mercado conforme su uso se extienda, dando gran seguridad a las operaciones y evitando los problemas habituales de la contratación en relación con el incumplimiento.

 

En resumen, los smart contracts son una herramienta compleja pero llena de ventajas, por lo que habrá que esforzarse para su progresivo desarrollo en los próximos años, buscando soluciones a los problemas jurídicos que se planteen para poder explotar todos los beneficios que aporta la contratación inteligente.

ANTONIO FUENTES MAIQUEZ

Estudiante 4º, Derecho, Relaciones Internacionales, ICADE E-5


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